ARTÍCULO. VICENTE GUTIERREZ.
Hoy, con motivo de la exposición "Bajo aguas tranquilas" de la Galería Paco Roales, me publican este artículo en El Diario Montañés:
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Poesía e imagen en abrazo
La galería taller de Paco Roales acoge una muestra sobre el singular encuentro entre la fotografía y la creación poética
VICENTE GUTIÉRREZ ESCUDERO/
«Los cut-ups son para todos. Cualquier puede hacer cut-ups. Es experimental en el sentido de que es algo para hacer. Aquí mismo escríbase ahora. ( ) Recórtese las palabras y obsérvese cómo caen. ( ) Los cut-ups se vuelven mensajes con un significado especial para el recortador ( ) Toda escritura es de hecho cut-ups».William BurroughsDesde el día 28 de abril hasta el 26 de mayo de este año se pudo disfrutar de la exposición Poesía en la Imagen comisariada por Luis Alberto Salcines en el Centro Nacional de Fotografía de Torrelavega. La muestra combinaba la expresión poética con la fotográfica, recogiendo la obra de diversos poetas y fotógrafos vinculados a Cantabria. Cada poema iba acompañado por fotografías alegóricas, estableciéndose una fusión evocadora e intrigante entre ambas artes. Los fotógrafos eligieron al poeta cántabro con el que querían colaborar. Tuve la suerte de ser elegido por Paco Roales cuya obra siempre me había atraído. El modo de trabajar fue el siguiente: entregué a Roales la plaquette 'Bajo aguas tranquilas' que me había editado el Aula de Letras de la Universidad de Cantabria en 2006. Este cuadernillo contenía una veintena de poemas-collages que yo había escrito siguiendo un método muy concreto que llevo realizando -con ligeras variantes- durante más de ocho años. El método es más o menos éste: hay una primera fase en la que recorto todo aquel titular periodístico que despierte determinadas sugerencias en mí y lo voy colocando en diferentes lugares de mi habitación: el suelo, la cama, la mesa o las sillas; hay una segunda fase en la que releo de forma simultánea todas esas frases desperdigadas; éstas, siguiendo una extraña armonía que no sé de donde procede van reorganizándose en mi cabeza; unas frases buscan a otras, se seducen, coquetean entre sí, de manera que van configurando pequeños o largos poemas, en ocasiones simpáticas greguerías: en definitiva, misteriosas o humorísticas frases poéticas entre cuyos versos pareciera existir cierta imantación. Tres rápidos ejemplos podrían ser: 'Desvalijar a un muerto / Me aburre', 'El eterno retorno / ya no es lo que era' o 'El gueto / y sus esculturas / se transformarán para acoger al paseante'. Que quede claro que en principio a esta actividad no la considero literatura sino un juego, un maravilloso juego al alcance de todos. Lautréamont dijo «la poesía debe ser hecha por todos». Dígase otra vez «la poesía debe ser hecha por todos».Por supuesto, no es un método que haya descubierto. En el verano de 1959, Brion Gysin, pintor y escritor cortó artículos periodísticos en secciones y las reacomodó al azar. La célebre composición poética 'Minutes to Go' en la que participaron el propio Brion Gysin junto con William Burroughs, Gregory Corso y Sinclair Beilles surgió de un experimento inicial de cut-up. A diferencia del cut-up, en el método usado por mí la disposición final de las frases no nace del azar -pero sí los titulares que intervienen inicialmente- sino de una selección previa, por muy irracional o automática que esta sea. Es inevitable además hacer una mínima referencia a los diferentes métodos utilizados por dadaístas y surrealistas, así como la de la obra de autores como José Miguel Ullán, quien en su libro 'Alarma' parte de unos textos fragmentados, en apariencia extraídos de manuales de historia y teología, para construir el poema; también en 'De un caminante enfermo que se enamoró donde fue hospedado' recurre a una técnica parecida llegando, por ejemplo, a construir un soneto utilizando endecasílabos de diferentes poetas.Hay muchos más ejemplos pero uno de los poetas españoles que ha realizado ejercicios similares y con el que más me identifico es sin duda Tomas Salvador González, quien en su poemario 'Favorables país poemas' editado en Icaria en el año 1996 escribe poemas utilizando recortes de periódico; el poema está construido físicamente con esos mismos recortes de periódico, de manera que se aprecian los diferentes tamaños y tipografías en cada verso. Tras ese juego poético subyace -afirma el poeta en el lenguaje de los otros, texto aclaratorio publicado en este mismo poemario- «la negación del discurso periodístico (recortar equivale a tachar; escoger, seleccionar un titular o parte de un titular condena a la mudez a lo no escogido); por otro lado, el intento de salvación, de recuperación de ese lenguaje, condenado a desaparecer (el periódico de un día convierte en viejo y trasnochado el del día anterior)». Este método de escritura conlleva, además de una crítica al lenguaje periodístico, una defensa de la inactualidad del lenguaje. Es también un modo de escritura fragmentario en el que el azar juega un papel importante pero no decisivo; el jugador es el que selecciona, el que busca, el que se deja llevar por la multitud de evocaciones que cada posible permutación de los titulares periodísticos descontextualizados provoca. Tomas Salvador González afirma en ese mismo texto explicativo: «el poeta ha trabajado ( ) con el lenguaje de los otros, pero en este caso, no sobre un montón de barro que permitía todas las posibilidades, sino con piezas sueltas pero ya formadas: un brazo, una pierna, una fosa común, un tigre que se echa a correr, y con ellos ( ) ha ensamblado sus artefactos».En 'Bajo aguas tranquilas' el resultado es ese: artefactos ensamblados. Tras la lectura del mismo, Paco Roales colocó sobre su mesa de trabajo decenas de polaroid que había tomado hacía tiempo. Aquellas fotografías poseían un gran poder evocador; unas eran pura abstracción geométrica y otras más claramente figurativas, pero todas ellas se revelaban como asombrosas imágenes oníricas, como interesantes ejercicios de poesía visual. En algunas había modificado la emulsión de forma que conseguía originar interesantes texturas tridimensionales. En un proceso de selección análogo al usado por mí en la construcción de esos mismos poemas-collages, Roales fue asignando a cada poema una fotografía que tuviera algún tipo de relación, por muy irracional que ésta se advirtiera. El resultado fue sorprendente; de alguna forma cada fotografía explicaba el poema que le había tocado y viceversa; se había establecido un diálogo pleno y enriquecedor entre ambas artes. Después acordamos colocar sobre las paredes de la sala de exposiciones un ejemplar original de cada plaquette abierto por cada una de las páginas que lo componen; uno por cada página, insertando al lado de cada poema-collage las polaroid seleccionadas.La galería Taller de Paco Roales (Calle del Sol, Santander) acoge este curioso diálogo entre poesía y fotografía, además de uno de los originales de estos poema-collages. Me gustaría lanzar desde aquí abrazos y agradecimientos a Paco Roales por su generosidad y cercanía durante la realización de este proyecto, e invitar a todos los que lean este texto a que jueguen con las palabras e imágenes que les rodean. Dígase otra vez «la poesía debe ser hecha por todos».
1 comentarios:
Viva!
qué guapos en la foto
felicidades y viva (también) burroughs
un besico nicense
Luna
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