EXTRAÑAS COINCIDENCIAS
COINCIDENCIA CURIOSA
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Atención a la noticia extraida hoy del periódico digital Hazteoir.org:
Vicente Gutiérrez, ejecutado: su causa ha valido la pena que él no merecía
Viernes 30 de marzo Derechos humanos
Tras diez años en el corredor de la muerte, Vicente Gutiérrez ha sido ejecutado en el Estado de Texas. El gobernador ha hecho oídos sordos a las protestas internacionales y peticiones de clemencia. Vicente usó su declaración final para mostrar su arrepentimiento y hacer una breve oración. Descanse en paz su alma y sirva su recuerdo para insistir en el carácter sagrado de la vida humana, que nadie tiene el derecho de segar. Última hora: Las Hermanas de la Caridad nos relatan los últimos momentos de Vicente Pérez, que murió en paz y rodeado de su familia. REDACCIÓN HO.- El pasado miércoles, 28 de marzo, el gobernador del Estado de Texas permitió que se ejecutara la sentencia de muerte dictada contra el joven de 28 años Vicente Gutiérrez, condenado a la pena capital por el asesinato de un capitán de la Fuerza Aérea, que cometió a los 18 años, cuando robaba piezas del coche del militar junto a otro joven, que fue condenado a cadena perpetua al tener 17 años cuando se cometió el crimen. Unos meses de diferencia han marcado la frontera entre la vida y la muerte.
En efecto: la ejecución de Vicente Gutiérrez respondía a la sentencia por el asesinato en marzo de 1997 de José Cobo, capitán de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos. De acuerdo con la sentencia, Cobo murió por los disparos de Vicente Gutiérrez y Randy Arroyo, a quienes sorprendió cuando estaban robándole piezas del coche. En principio, Arroyo tambien recibió una sentencia de muerte, pero fue conmutada cuando la Corte Suprema legisló contra las ejecuciones juveniles.
Vicente fue despedido con la sonrisa de los miembros de su familia que estaban en la habitación de vistas de la ejecución, sobreponiéndose a su propio dolor para intentar hacerle menos crudo el duro trance. Antes de morir, usó su declaración final para pedir perdón con semblante serio: “me gustaría decir a todo el mundo que siento lo sucedido”, dijo Gutiérrez. Después pronunció una rápida oración. Fue declarado muerto a las 6:23 p.m., hora local, siete minutos después de que le fuera inyectada la droga mortal. Vicente no estuvo solo.
Numerosos ciudadanos se han adherido a la alerta publicada por HazteOir.org, en la que se pedía al gobernador de Texas, Ricke Perry, que tuviera piedad con este joven y le conmutara la pena de muerte: ¡Vicente NO merecía esta pena! Pero el empeño por salvarle sí ha valido la pena: junto a la protesta, los ciudadanos han mostrado en primer lugar su cercanía al joven condenado, escribiéndole una carta personal para mostrarle que no estaba solo y acompañarle en esos terribles días, tras el calvario que le han supuesto la friolera de diez años esperando su fin en el corredor de la muerte.
Junto a ello, la reacción ciudadana ha dejado claro que la ejecución supone una violación del derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y un castigo injusto, cruel, inhumano y degradante. Máxime cuando al menos seis personas del jurado que le condenó firmaron declaraciones juradas, declarando que esta situación era arbitraria, y que les parecía justo que se conmutara por prisión esta condena a muerte. Al menos, queda la denuncia ciudadana, que volverá a resonar con fuerza ante cada nuevo caso de injusta pretensión de reivindicar el señorío humano sobre la vida y la muerte.
Hay que seguir insistiendo
Según la Coalición Nacional para la Abolición de la Pena de Muerte, con Vicente ya son 12 los presos ejecutados en Texas en lo que va de año, una cifra escalofriante si la comparamos con el resto de Estados Unidos: en estos primeros meses de 2007 sólo se ha registrado una ejecución, el 22 de febrero, en Tennessee.
En 2006 fueron ejecutados 22 reos en Texas. En el resto de Estados de EE.UU. se llevaron a cabo 29 ejecuciones. En 2003, el Gobierno mexicano de Vicente Fox ya mostró su preocupación el actual gobernador de Texas, Rick Perry, sobre la aplicación de la pena capital. La respuesta de Perry, con un claro toque xenófobo, dejó perplejo al presidente mexicano: dijo que si los mexicanos no quieren ser condenados a la pena capital, "no vengan a matar a nuestros policías, no vengan a matar a nuestros niños".
Última hora: Las Hermanas de la Caridad nos relatan los últimos momentos de Vicente Pérez, que murió en paz y rodeado de su familia.
Las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul han escrito a HazteOir.org para agradecer las cartas enviadas por tantos simpatizantes a través de nuestra página y relatarnos lo siguiente: "Nos queda el gozo de que murió en paz, sin ese odio que tenía acumulado durante todo este tiempo. Ante la avalancha de cartas y mensajes de apoyo y consuelo, no pudo más y se derrumbó perdonando a su padre, al cual había odiado toda su vida, muriendo con la Paz de Dios, esa paz que sólo Dios sabe dar...Nuestra compañera, Sor Doris, lo acompañó junto con su madre y hermanos hasta el final. Para ella ha debido ser muy fuerte también... A la madre le gustaría contestar a todas las cartas, pero se vé que han sido muchas y no se si llegará a hacerlo. Parece ser que lo que a Vicente le conmovió más en el último minuto, fue abrir un sobre que provenía de un colegio de Barcelona en el cual había una foto de unos niños pequeños en clase, rezando por él... Eso fue lo que le conmovió y cambió de actitud....en fin... Dios sobre todo... Estamos seguras que está ya gozando con El...."
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